Europa: Reino Unido, Francia, España y Alemania

En Europa en general podemos decir que la introducción del euro, el 1 de enero de 1999, constituye un gran éxito en el proceso de integración europea. Al mismo tiempo, es necesario hacer frente a nuevos retos, pues la evolución de las condiciones y políticas económicas de los demás Estados miembros tendrá una influencia mayor en la situación económica y social de cada uno de los Estados miembros. El éxito duradero de la Unión económica y monetaria exige disciplina por       parte de todos los actores de la política económica, incluidos los interlocutores sociales, así como una profundización y una mayor coordinación política. Se ha establecido un nuevo marco institucional favorable al crecimiento, el empleo y la estabilidad de los precios así como instrumentos reforzados de vigilancia y coordinación. Ahora, la tarea es aplicarlos bien.

EN EL REINO UNIDO, FRANCIA y ALEMANIA más concretamente, aunque en el momento actual se menciona una tendencia hacia la recuperación económica de la mayoría de sus sectores productivos que hasta hace muy poco tiempo mostraban síntomas de una delicada recesión económica, sus gobiernos han venido al igual que los EU, rescatando empresas con subsidios, ayudas y fondos o dineros públicos y aplicando medidas o normas urgentes y de emergencia a los sectores y mercados monetarios y bursátiles más afectados, todo lo cual ha llevado a una rápida perspectiva y panorama de mejoramiento y desarrollo.

Aunque algunos economistas han criticado tales medidas y soluciones políticas, como meramente coyunturales, de simple apariencia o emergencia y nunca de fondo, que dejan prácticamente latente, vivo el problema de la recesión sin resolverlo, lo cierto del caso es que no se han esbozado en los foros internacionales de dirigentes del G-8 o del G-20 respuestas concretas y de sustancia para erradicar estas dolencias de la economía mundial.