Suramérica: Brasil, Chile y Venezuela

Brasil, el gigante suramericano, presenta una economía en franca recuperación, de la recesión mundial y se está abriendo lentamente al mercado mundial exportador de petróleo e hidrocarburos, café, aviones, manufacturas y productos agrícolas en un impresionante dinamismo que le ha permitido mostrarse como una potencia real. Sus políticas se han venido democratizando y hu7manizando lentamente, como ha venido sucediendo por ejemplo con el mercado del trabajo.

Chile es un país suramericano, que ha sabido canalizar y utilizar los recursos humanos y financieros de su población, para establecer modelos de servicios médico-asistenciales y de seguridad social dignos de imitarse, y unido todo ello a su disciplina laboral y económica, a sus niveles de ahorro interno y de incentivos para atraer la in versión extranjer5a y crear nuevas empresas, así como para exportar capitales de inversión al resto de Latinoamérica, se muestra como una nación con signos económicos positivos de crecimiento hacia el futuro.

Venezuela es nuestro vecino problemático, con quien necesaria y obligatoriamente debemos entendernos, porque manejamos Altos stocks de exportaciones de productos agrícolas, industriales y manufacturados, y como hay inestabilidad en las relaciones políticas, diplomáticas y comerciales, pues nuestras fro9nteras y dirigentes buscan otros destinos de exportación. La nacionalización de empresas extranjeras, la expropiación de capitales, el cierre de algunos medios de comunicación opositores a su gobierno, la nacionalización de empresas petroleras, etc., no muestran una visión muy optimista ni para su población hambrienta y con escasez de productos de la canasta familiar, ni para los inversionistas internacionales.